viernes, 27 de noviembre de 2009

NUEVO BLOG


Ahora las actualizaciones y nuevos proyectos serán publicados en este blog:

martes, 30 de junio de 2009

Lengua


Sin Titulo
Témperas sobre papel

sábado, 20 de junio de 2009

Hora de ocio

Pluma Negra y papel reciclado

martes, 9 de junio de 2009

Retro Pop

Exposición Individual de Roxana Cortez, en Kiev Wine Bar el jueves 11 de junio a las 8 pm
NO FALTEN

lunes, 1 de junio de 2009

Bocetos


Boceto La Gorda

Boceto La Prieta

Garabateando.....en busca de mi estilo

Desde ahora solo haré garabatos en este blog, solo por mientras encuentro mi sello

sábado, 18 de abril de 2009

Ella

Ella
acuarela sobre papel

Mi Viejo

Mi Viejo
acuarela sobre papel

No hay esperanza

No hay esperanza
punta seca sobre lamina negra

sábado, 11 de abril de 2009

Las Teteras danzarinas

Las Teteras danzarinas
Aguatinta sobre cobre

La Tetera danzarina

La Tetera danzarina
grabado en linóleo

Duo

Duo
grabado a color sobre cobre

jueves, 9 de abril de 2009

Estética Cotidiana 3 y Ultima


Tercera Parte

Estética Cotidiana
Excélsior, jueves 29 de Agosto de 1991



Analfabetismo Artístico
Juan Acha



En comparación con los admiradores del espectáculo futbolístico, los aficionados del arte son incultos y analfabetas funcionales. Mientras los primeros saben más del citado deporte y de su historia, los otros apenas si rumian unas vaguedades acerca de su afición. Entonces ¿Por qué ellos visitan exposiciones de arte?
La gran mayoría de ellos va hoy a los museos y galerías de arte, empujada por el consumo masivo: suplantar el placer estético por el agrado de ver algo que los medios masivos han declarado importante. Siguen en cantidad quienes buscan solazarse estéticamente con lo pictórico. Se limitan, pues, a gozar toda confirmación de su gusto o sensibilidad, la cual no necesita aprender un alfabeto especial: simplemente ella opera según sus preferencias, que son hábitos lentamente inculcados o adquiridos sin necesidad de una alfabetización estética.
En pocas palabras, toda persona –analfabeta o no- es capaz de exclamar “me gusta” o “no me gusta” ante cualquier obra de arte. Esto, parte de que nuestros aficionados a las artes plásticas, lo son únicamente de la pintura y buscan solazarse hasta con lo pictórico de la escultura y de la arquitectura. Constituyen excepciones quienes saben leer lo escultórico y lo arquitectónico, en tanto escasean los lectores de lo artístico de lo pictórico. Abunda, en suma, el analfabetismo artístico. Veamos en que medida.
En el D.F. registramos 150 mil asiduos visitantes a las exposiciones de arte en sus principales museos. Una buena cifra, si la comparamos con la de los países europeos. Pero los verdaderos lectores de lo artístico no pasan de unos 150 mil, si nos atenemos al analfabetismo artístico que cabe deducir de algunos hechos notorios: La escasez de textos sobre pintura en nuestros diarios, más la de los lectores de estos, la imposibilidad de tener revistas de arte con un tiraje de 7 mil, los libros de arte con un tiraje de 2 mil a 3 mil tarda 10 años en venderse, aunque una buena parte se exporta. Quizás consumamos unos 5 mil ejemplares de revistas extranjeras de arte, número que tal vez sea el de los coleccionistas.
Total: Él número de aficionados del arte que leen nos impiden producir revistas y libros de arte. Los aficionados al fútbol, en cambio, disponen de varias páginas en los diarios y de muchas revistas especializadas. Estos leen, mucho más que los aficionados a las artes plásticas, no obstante ser estas más complejas.
El analfabetismo artístico no es nada malo parta el consumo estético ingenuo y vegetativo que solo busca confirmaciones de su gusto. En realidad, “animaliza” a tal consumo o, lo que es lo mismo, impide la humanización de lo estético, lo que implica razonarlo. Al fin y al cabo, el ser humano razona por antonomasia. Lo mismo cabe afirmar respecto a la lectura del tema de una pintura: Reconocemos automáticamente las figuras por las semejanzas con las realidades que ellas representan o describen, pero las humanizaríamos si las razonásemos.
El analfabetismo artístico impide, de facto, toda lectura de relaciones de la obra de arte que disfrutamos con sus similares del pasado y del presente. De tal suerte que no atinamos a establecer de donde provienen sus componentes ni cuales son las innovaciones con que es el arte de la pintura. Naturalmente, esta lectura de relaciones es consustancial de todo consumo culto, mas no del goce ingenuo de lo estético ni del mero conocimiento del tema, mediante sus figuras.

miércoles, 8 de abril de 2009

Estética Cotidiana 2

Segunda Parte

Estética Cotidiana
Excélsior, jueves 12 de julio 1991


Su importancia real
Juan Acha

La semana pasada justificábamos la publicación de esta columna, con nuestra obligación profesional de enfocar las reacciones estéticas del hombre común en su vida diaria, por ser ellas más importantes, para la vida humana, que las producidas en los museos por las mismas obras de artes. No por nada, una buena parte de cada obra de arte proviene de la estética cotidiana de su sociedad y, a la par, la retroalimenta con enmiendas, enriquecimientos y eliminaciones. Definitivamente, la obra de arte fue siempre un medio y no fin como ahora lo es para algunos despistados.
Pero la importancia de nuestros sentimientos estéticos diarios estriba, sobre todo, en su capacidad de comandar a nuestro sistema de decisiones, incluyendo a las prácticas y a las políticas, cuando más falla la razón; máxime en los seres humanos de escasa educación como los de tercer mundo. Por esta misma razón son importantes las obras de arte: influyen en nuestra estética cotidiana y, por tanto, inciden en nuestro sistema de decisiones. Pero lo hacen indirectamente y no siempre. Por eso, la estética cotidiana nos es más vital.
Lo deseable –por ideal- sería que cada una de nuestras decisiones diarias, estuviese regida por una razón, cuyo sentimiento crítico orientase a unos ricos conocimientos científicos y empírico. La realidad es otra: el hombre, rico o pobre, analfabeta o cultísimo, no puede disponer de todos los conocimientos científicos y los empíricos. En consecuencia, él se halla condenado a depender de su sensibilidad estética, para que ella elija a favor de lo que le gusta. Nos resulta imposible conocer lo intrínseco y lo esencial de cada cosa o fenómeno. Dependemos, pues, de las experiencias. ¿Cuántas veces hemos elegido una bicicleta o unos zapatos, un bolígrafo o una camisa, porque simplemente nos gustaba su forma o sus colores?
Las experiencias son tan importantes para el hombre, que existen muchas actividades humanas dedicadas a proveerlas, en especial las bellas, las más apetecidas y buscadas. Ahí esta el maquillaje o los cosméticos de la estética unisex, la canina y la peluquería. No se quedan atrás, las relaciones públicas ni los múltiples adornos, como tampoco la belleza formal de las obras de arte y la de algunos racismos. Esto nos explica la insistencia del oficialismo de identificar lo estético con la belleza únicamente. No habría nada malo, si la belleza se redujese a persuadirnos a consumir objetos. Pero se extiende a las cuestiones políticas y es cuando el sistema de decisiones del latinoamericano común, deviene sumiso a las manipulaciones políticas ejercidas por las obras de arte, belleza formal mediante. De aquí el interés de todo Estado por estas. Mayores y más fáciles son las manipulaciones ejercidas por la publicidad, por la retorica oficial y por lo entretenimientos masivos.
Pero las apariencias no terminan en las bellezas formales de los objetos ni de los cuerpos humanos. Los valores intrínsecos de los comportamientos humanos también las tienen y los juzgamos por los sentimientos estéticos de dramaticidad o comicidad, de lo sublime o de lo trivial que ellas nos susciten. Como dice el proverbio: no solamente que la mujer del César debe ser honesta, sino también parecerlo. Muchos prefieren –claro esta- la facilidad de aparentar lo que no son. Precisamente, el enfoque de los valores intrínsecos más allá de la belleza, nos resulta muy difícil en esta columna. Hoy impera, hasta en las lecturas de las obras de arte, la belleza formal y nos hemos habituado a omitir sus otros aspectos estéticos.

Noctambulario

Noctamblario
manera negra sobre cobre

lunes, 6 de abril de 2009

Estética Cotidiana


A finales del año pasado tome un curso de Arte Contemporáneo impartido por Yutzil Cruz. Nos dio unas copias de unos artículos que aparecieron en el periódico Excélsior en el año de 1991 escritos por Juan Acha y que hablan de la importancia de la Estética en la vida y como nuestra sociedad se ve afectada por la poca importancia que se le da. Este es un artículo muy interesante dividido en 3 partes que iré publicando uno cada día.

Primera Parte

LA ESTETICA COTIDIANA
Excélsior, jueves 4 de julio de 1991

El porqué de esta columna
Juan Acha

Cada día son más frecuentes los anuncios callejeros de diversos tratamientos estéticos: los de los salones de belleza (o peluquerías) y las de la estética unisex de los establecimientos dedicados a embellecer el cuerpo entero de las mujeres y los hombres. También nos encontramos con los de la estética canina, destinada al acicalamiento de perros falderos de señoras ricas. ¿Qué ha sucedido? ¿Acaso la Filosofía universitaria ha bajado a la calle, para difundir algo tan sofisticado y discutido, pero asaz ignorado por los aficionados del arte, como es el termino estético o estética?
De ningún modo. Ha sido mas bien comercio del embellecimiento corporal, el que se ha apropiado de él, para llamar la atención con su enigmática sofisticación o bien para adquirir el barniz de las connotaciones mitificadoras generadas por dicho termino.
La difusión callejera del termino estético, constituye el mejor éxito que ha tenido, hasta ahora, el abuso que constituye identificar lo estético con la belleza exclusivamente; abuso propagado por la cultura de occidente y secundado, entre nosotros, por el mismo diccionario de de la lengua española y por la estética filosófica anacrónica. A la belleza de las obras de arte en galerías y museos, se viene hoy a sumar la belleza de los cuerpos humanos y la de los perros. Después de todo, hoy en día se comercia con ambas bellezas. Algunas hasta ven afinidades entre las peluquerías y las instituciones oficiales de occidente encargadas de las cuestiones estéticas pues estas acicalan al estado con obras de arte, o con estas doran las apariencias del país o el gobierno en turno.
Como siempre la mala hierba ha crecido más que la buena y la ahoga. Manifestamos esto por lo que ha fracasado estrepitosamente la verdadera cultura occidental, que todo lo cuestiona y lo renueva. Su estética filosófica y su teoría de arte de avanzada nunca fueron oídas cuando identificaban lo estético con más de seis categorías básicas, aparte de la belleza. Y siempre fracasaron cuando postulaban una mayor importancia de lo estético en la naturaleza, en los comportamientos humanos y en los bienes culturales cotidianos y no en los objetos de los museos, cuya importancia es secundaria.
En realidad lo estético bulle con más furia y con mayor número de manifestaciones en la vida de los días. En la calle, el hogar y el lugar de trabajo, florecen las versiones estéticas más osadas que las de la misma fantasía profesionalizada de los artistas. Por lo menos, muchos novelistas lo admiten: la realidad supera a las ficciones por ellos desarrolladas en miles de imágenes a o largo de cientos de páginas. Sin embargo, muchos pintores siguen ilusionados en la importancia de sus reducidas imágenes que ellos estampan en sus obras.
Si la palabra estética circula por las calles con fines comerciales y limitada a la apariencia, y si en la vida diaria se levan muchas manifestaciones, estamos forzados a enfocar nuestra estética cotidiana. Sobre todo porque esta más rica en profundidades estéticas, que las obras de los museos y de las galerías. La cultura occidental ha necesitado varios siglos para darse cuenta de que lo más importante para la historia no son los hechos excepcionales, sino los cotidianos. ¿Acaso cuando caminamos en medio del tráfico automovilístico del D.F. no nos embarga el terror, que es una categoría estética más fuerte y viva que el de las pinturas? ¿Qué decir de la comicidad cantiflesca en las declaraciones de algunos hombres públicos?

martes, 24 de marzo de 2009

Mujer

Mujer
litografía sobre poliéster

Pop TV


Pop TV
linóleo a color

Tres personajes (2007)

Tres personajes
acuarela sobre papel

miércoles, 18 de marzo de 2009

No más primaveras (2009)

No más primaveras
acuarela sobre papel, 50 x 70 cm

La Gorda (2009)

La Gorda
acrílico sobre tabla, 95 x 70 cm

No me importa que me vean, mientras no me vean (2009)

No me importa que me vean, mientras no me vean
mixta sobre papel, 75 x 50 cm.